Podemos pensar que las persianas son elementos de la vivienda que aguantan toda la vida, pero esto no asÃ. Si bien es cierto que pueden llegar a durar varios años, lo habitual suele ser que haciendo un uso correcto de las mismas, sus componentes se desgasten y terminen dejando de funcionar.
Las persianas están compuestas por diferentes componentes, mecanismos y engranajes, por ello, únicamente si uno está familiarizado con estos elementos y tiene algo de maña le recomendaremos que trate de cambiarla o restituir alguno de sus elementos. Para las personas con conocimientos básicos en bricolaje y hogar, debemos recomendar siempre acudir a un profesional que analice el problema de nuestra persiana, nos explique el diagnóstico y nos recomiende la mejor solución calidad/precio para el arreglo o sustitución de nuestra persiana.
Existen múltiples problemas que originan el mal funcionamiento de las persianas, que listamos a continuación:
1. Persiana atascada
Es el problema más frecuente y suele estar originado porque alguna de sus lamas pierden la alineación vertical y se desplazan sobre la guÃa, provocando rozamiento y actuando como freno del sistema. Para solucionar este problema debemos detectar qué lama está desplazada y recolocarla en su sitio. Para ello deberemos acceder al cajón de la misma y observar cual es la que está causando el problema.
2. Persiana a medio subir/bajar
Normalmente este problema lo ocasiona una mala instalación de la cinta, o bien el deterioro de la misma o del propio sistema. Para solucionarlo, se debe acceder al cajón de la persiana, quitar los flejes, tirar de la cinta y girar el disco en sentido contrario de la subida. Para este trabajo recomendamos encarecidamente a un experto, lo hará más rápido, el sistema sufrirá lo mÃnimo y no ahorraremos cabreos y pérdidas de tiempo en casa.
3. Lama rota
Las persianas están compuestas por lamas entrevesadas unas con otras. Las encontramos en diferentes materiales, como plástico, aluminio y madera, pero en cualquier caso son susceptibles de romper. La rotura de una lama con el tiempo origina el atasco inminente de la persiana, por ello es importante sustituirla antes que este problema complique el sistema o termine por provocar algún destrozo peor. Sustituir una lama no es algo sencillo. Además de conseguir el repuesto, deberemos acceder al cajón de la persiana, quitar los topes de la lama terminal, subir la persiana hasta que se salga de las guÃas y sacarla del registro. Este trabajo no es sencillo, recomendamos acudir a un profesional que esté familiarizado con los sistemas de las persianas.
4. Cinta rota
Primero de todo deberemos comprar una cinta nueva, existen varios anchos asà que debemos medir el nuestro para adquirir el repuesto de la misma medida. Para realizar la sustitución deberemos quitar la tapa del tambor y acceder a la persiana. A continuación desenganchamos la persiana del tambor para poder extraer el eje. Esta tarea es delicada y podemos lesionarnos si no llevamos cuidado, porque los componentes disponen de lengüetas metálicas que pueden cortar con facilidad
5. Persiana caÃda
Este problema lo suele originar la rotura de la cinta. Para solucionarlo lo primero que debemos hacer es adquirir una nueva. Existen varios anchos de cinta asà que es recomendable medirla para comprar una de las misma medida.
Para acceder a la persiana debemos retirar la tapa del tambor. Y para acceder al eje deberemos desenganchar la persiana del tambor. Hay que llevar mucho cuidado puesto que llevan unas lengüetas metálicas afiladas que pueden ocasionarnos cortes en las manos. A continuación retiramos la cinta vieja, colocamos la nueva fijándola al eje del tambor de la persiana. Le damos varias vueltas al eje para enrollar una parte de la cuerda y volvemos a colocar el eje. Como puede apreciar el lector, este trabajo no resulta sencillo, al menos para una persona con conocimientos normales del hogar y básicos de bricolaje. Por ello, en este caso recomendamos que lo realice un profesional, que lo hará más rápido, mejor, nos ahorrará alguna lesión y algún cabreo si no tenemos éxito por cuenta propia. Eso sÃ, nos cobrará por ello, pero podemos pedir presupuesto antes de realizar la tarea.
6. La cinta no recoge en el recogedor.
Esto es debido a que se le ha ido el muelle del recogedor, o está dañado. La solución es reemplazarlo por uno nuevo.
7. Persiana baja por su propia cuenta
Cuando el recogedor no sujeta la cinta la persiana no tiene agarre y se desplaza por si sola hasta el final de recorrido. Para solucionar este problema debemos retirar la tapa del tambor, localizar la cinta y asegurarnos que pasa por la rendija del recogedor que posee una pestaña que la fija. De no ser asà no tendrá agarre y se deslizará por si sola. Este tipo de reparación no es fácil de realizar por uno mismo si no posee los conocimientos y práctica adecuados, por ello recomendamos acudir a un experto que nos ayude.
8. Otros problemas.
De los siguientes problemas hablaremos en la próxima publicación:
- Persianas que bajan muy despacio
- Topes de persiana rotos
- Rodillos o pasacintas estropeados
- Rendijas que dejan pasar la luz
- Flejes dañados
En cualquiera de los casos, si no estamos seguros que podemos hacer el trabajo correctamente, sin estropear la persiana y sin lesionarnos, no debemos realizarlo. Siempre será mejor acudir a un profesional que realizará el trabajo mejor, más rápido y nos ahorrará tiempo y algún posible cabreo si no lo hacemos correctamente, además de alguna lesión. Podremos aprovechar para consultarle nuevos mecanismos, modelos, materiales y acabados de persianas, que aún siendo un elemento básico y primario del hogar, a dÃa de hoy disponemos de múltiples sistemas y tipos de persiana que nos pueden convenir o interesar, te sorprenderás. ¡Consulta y verás!
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